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Arquitectos: Natura Futura Arquitectura
- Área: 240 m²
- Año: 2015
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Fotografías:Juan Carlos Donoso
Érase una vez un pequeño cantón llamado Montalvo, que tenía 24.000 habitantes, a 20 minutos de Babahoyo ciudad capital de la provincia de Los Ríos, en la región costa de un lejano país llamado Ecuador. Este cantón tenía un clima de unos 25ºC promedio anual con alta precipitaciones en el invierno.
Un día una familia joven emprendedora decidió hacer una casa en el centro del cantón. Fue ahí que apareció el principio de dualidad. (la dualidad siempre estaba en todas partes (pulido/rústico, vacío/lleno, ficción/realidad, silencio/ruido, levedad/ peso, luz/sombra) La planta baja se materializó con ladrillos vistos, teniendo como metáfora lo rústico con lo dinámico de las actividades del día; en la planta alta, la envolvente de tonalidad blanca se unió con lo pasivo del descanso en la noche, encontrando un equilibrio entre la tectónica y el hábitat.
Durante el proceso de diseño y construcción, se tuvo como objetivo principal, mínimas modificaciones en la búsqueda de reducir al máximo los costos, la manipulación de materiales y cualificar los distintos espacios, se aprovechó las vistas y asolamientos respondiendo a su entorno, realizaron la construcción artesanalmente en situ, utilizando la técnica y mano de obra local.
Al final se logró una arquitectura que invita a entender la tectónica como identidad y el hábitat como recurso, que funcione como un cuento, capaz de provocar suspenso, risas, emoción, enlaces, sorpresas o reflexión, que nos ayude a entender nuestra intención de que todo esté claro y definido; y podamos aceptar que vamos a encontrarnos con un universo de posibilidades y confusiones de interpretación.
Cada uno crea su verdad sobre la casa, la bautiza, le pone un nombre, pone su huella sobre el intento de creación y cuenta su historia, o crea su propio cuento estando en ella…